El centro juvenil. Los inicios
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Hola, me llamo Tomás, y el buen cura párroco Pablo me ha metido en un pequeño lío al pedirme que cuente la historia del Centro Juvenil de la Parroquia. Actualmente tengo 48 años , cuatro hijos (el mayor ya con 20 años) y poco pelo, y no sé si tendré tanta memoria historica.
Todo empezó (como en los cuentos) hace mucho mucho tiempo, teníamos 14 años, recién hecha la confirmación en unas catequesis , un tanto atípicas, que nos daba D. Jesús en su casa, y al llegar el mes de septiembre de 1977 (creo que era ese año) D. Abel nos reunió a todos los recién confirmados y nos planteó su propuesta: La creación de un Centro Juvenil donde poder reunirnos y lo que para él era más importante “en vez de estar ahí fuera, mejor aqui dentro”, ese “fuera” que decía Abel, eran los 3 ó 4 bares que había en la acera de enfrente.
Y así empezamos, un grupo pequeño de 8/10 personas que nos reuníamos los sábados por la tarde y hablabamos de nuestras cosas, al principio con una monitora y luego con Abel a medida que el grupo fué creciendo. CRECER EN LA FE, eso era lo que nosotros creíamos , y no sé si eso fué cierto, pero la verdad es que ahí estábamos, en la Iglesia todo el día metidos. No tardamos mucho tiempo en convertir el Centro Juvenil en nuestra casa, solo hubo que recoger 3 sofás que estaban tirados en la calle, 2 sillones una mesa redonda que tenía la parroquia y “ya está” NUESTRO HOGAR. Siempre estaba abierto y para aquellos jovenes que podáis leer estas lineas, era un sito mágico, no teníamos telefono móvil para quedar, pero no importaba, siempre había alguien.
No quiero seguir sin contar algo de Abel, ese santo varón, que, con muchos defectos y seguro que pecados, consiguió reunir a un montón de jóvenes en una Iglesia, éramos bastantes, creyentes y no creyentes, en aquellos tiempos casi todos de izquierdas, (por supuesto, nuestros padres eran de derechas) y ya alboraba eso de OTAN NO, BASES FUERA. Pues Abel, moderador de tantas reuniones, nunca nos impuso nada, sólo escuchaba (y había veces que se decian burradas) nuestras opiniones acerca del aborto, del divorcio, de las relaciones prematrimoniales, de la fidelidad , de la eutanasia…. Y nunca , nunca nos dijo que estábamos equivocados o acertados, con comentarios nos iba modelando y muy mal creo que no hemos salido.
Seguramente escribiré otro artículo, pero éste no quiero dejarlo sin acordarme de : Pedro González, Dori, Fernando y Pastora, Juan Carlos y Mari Carmen (Tere, jeje , te acuerdas), Javi, Charo, Hortensia, Pablo y Alicia, Juan Carlos Sánchez y Marta, Esther, Juan Carlos Sandubete y su hermano Antonio, Esperanza, Engracia, Beatriz , Begoña, Jose Luis Villafañe, mi hermano Carlos, Ricardo, Antonio “oso”, Mari Carmen, las supernenas Marivi, Bea, Mari Luz,Pilar y Eva “las nanis” , Ilde, Miguel Murcia, Santi, Lourdes, Paco, Mayte, Rafa , Luismi, Nines, Pedro y Javi Rojo, Susana, Sofia, Paqui, Ana y Jose Manuel Jorge Petisco , Alberto , Angela, Elvira, Beatriz, Emilio, Merche, Pili Aragón, Antonio, Pili P, Isi, Isabel, Juan Silos,Noemi, Pepe, Loli, Roberto, Alberto , Rosa y por supuesto Piluca.
Nota: Perdón, perdón,perdón por todos aquellos a los que la memoria de este carroza ya no alcanza a recordar, pero eso sí, seguís todos en mi corazón (vaya horterada me ha salido).
Para el proxímo día: La construcción de la mesa de ping-pong.